Querida Marca,

ayer leía un artículo que decía que más del 87% del contenido que se mueve en Facebook se queda en Facebook. De Google ya sabemos hace tiempo que cada vez genera menos tráfico saliente (muestra directamente la información – sacada de nuestras páginas – en su página de resultados), y ya sabemos que cada vez que publicamos en twitter o linkedin un enlace, esa publicación «mágicamente» no tiene casi alcance. Instagram directamente ni nos deja publicarlos, salvo en las stories.

Internet es, cada vez más, un conjunto de jardines cerrados en el que sus propietarios nos dejan jugar, pero no ligar. Copitas, risas y bailecitos sí, pero intercambiar teléfonos, nasti de plasti, Querida.

¿Es ese el juego que quieres jugar? ¿Quieres seguir trabajando para ellos o empezamos a trabajar para nosotros? Igual ha llegado el momento de despertar de ese sueño del alcance mundial gratuito infinito y volver a dedicar tiempo, neuronas y dineros a reparar los canales de comunicación propios y directos con nuestros clientes de verdad, y con aquellos que quizás algún día lo puedan ser. Nuestra web, nuestra newsletter, nuestra base de datos… esos canales en los que somos nuestros propios jardineros. Aunque eso implique tener un jardín más pequeñito, y tener que esforzarnos en tenerlo tan bonito que la gente que nosotros queremos, quiera venir a estar en él.

Arrancamos el corta césped, Querida?

Vamos a ello!

Abrazo,

L.

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